Veinte Cargas
martes, 26 de julio de 2016
Los abusos de los débiles
En las sociedades de clases, como todo el mundo sabe, las sentencias judiciales favorecen casi universalmente a los débiles, a los pobres, a los infelices, a quienes protegen de los ricos y poderosos. Sobre esa perversión del sistema alertó el Presidente Mauricio Macri en una nota que publicó La Nación el domingo pasado. Si la Justicia fuera menos injusta con los capitalistas, si privilegiara un poco menos a los trabajadores, reflexiona Macri, habría más inversiones, y por lo tanto más empleo, mejores salarios. Tal vez, si los jueces recapacitaran, y entendieran que los patrones también tienen derechos, la justicia social quedaría más cerca.
domingo, 10 de julio de 2016
Macri, el rey, la angustia y la Chola
“Se va la Chola, Chola se va”, cantaba el uruguayo Eduardo Mateo
hace más de cuarenta años. “Qué soledad”, cantaba, porque la Chola se iba de su
casa. A la mamá se le iba la Chola, a vivir sola o vaya a saber, porque Mateo
no lo explicaba. En el discurso pre político y casi pre lingüístico de Mauricio
Macri, la independencia que los pueblos de esta región del mundo proclamaron en
1816 respecto de las poderosas monarquías europeas era más o menos lo mismo que
la ida de la Chola de la casa de su mamá.
Por eso le dijo a su “querido rey”, Juan Carlos de Borbón y Parma, asesino de
elefantes, y tal vez no solo de elefantes, pero sobre todo discípulo preferido
del dictador oscurantista y genocida Francisco Franco, caudillo de España por
la gracia de dios, que los revolucionarios de 1816 debían haber sentido
angustia al separarse de la Corona.
Ni Mateo ni su hermosa canción tienen ninguna
responsabilidad en el asunto, claro. En todo caso, si lo cité es porque esa
canción es una de las obras musicales que mejor me transmiten la angustia de la
partida de la hija que se independiza. No es que Macri esté a la altura de ella.
Pero el modo en que el Presidente se
refirió el 9 de julio a la declaración de la independencia de la Provincias Unidas
de la América del Sur remite a eso, a la despedida de un hijo que ha crecido y
que se va, no sin angustia, de la casa de sus padres.
Seguramente, si se tiene en cuenta la historia familiar del
personaje, el asunto da para que los psicólogos opinen. Pero me resisto a tratarlo como un negocio
privado. Macri ignora explícitamente la causa
popular americana y la de sus líderes: Artigas, Belgrano, San Martín, Güemes.
Todos ellos combatieron con las ideas y con las armas, no a los españoles en su
conjunto, pero sí al Absolutismo, a la monarquía despótica, a los privilegios
de los ricos, al sojuzgamiento de los pueblos americanos por los poderes
imperiales.
Entonces, Macri, no es que la Chola se vaya de la casa de su
mamá, con angustia o sin ella. Es que los hijos apropiados echan de su casa a
sus siniestros apropiadores, y lo hacen con razones, con justicia, con
esperanza, con coraje. De angustia, poco. Y no piensan invitar a los
apropiadores a celebrar con ellos el día de su liberación. Eso lo hace usted,
Macri, y hasta los que no sabemos por qué, lo imaginamos. Y también imaginamos que a
usted ni siquiera le importa la Chola.
Etiquetas:
Bicentenario,
España,
Política,
Primera persona
martes, 5 de enero de 2016
Borges y las magias inútiles
Para salir un poco de la angustia que en estos días genera la política, o mejor, la antipolítica, apelo a diversas cosas. Una de ellas, volver al viejo y querido Jorge Luis Borges. Y leo, sin premeditación: "Es el amor. Tendré que ocultarme o huir". Y leo: "Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo". Y "es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles". "Me duele una mujer en todo el cuerpo", escribe Borges, porque el poema se llama El Amenazado, y la amenaza es el amor. Y porque es inevitable, vuelvo al principio. A nosotros no nos amenaza el amor, sino el odio. El odio de clase. Gracias igual, Maestro, los de las magias inútiles es maravilloso.
Etiquetas:
Escritores,
Política,
Primera persona
lunes, 14 de diciembre de 2015
La Corte de Macri
El Presidente Macri ha nombrado a dos ministros de la Suprema Corte sin acuerdo del Senado. ¿Un atropello mayor a la democracia? Difícil, pero Adrián Ventura, en La Nación, pretende suavizar: "Se trata de una alternativa poco utilizada en épocas democráticas y cuyo antecedente más claro fue la Corte que nombró Bartolomé Mitre, en 1852". Un detalle: el antecedente no se produjo en la República Argentina. En 1852, Mitre era un lider porteño, y Buenos Aires estaba separada del resto del país. Diez años más tarde, Mitre fue Presidente, un cargo que conquistó a sangre y fuego. Es extraño que Ventura no lo sepa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)