viernes, 12 de agosto de 2011

Resistencia


Da la vuelta al mundo. Como a fines de los años sesenta, cuando iba de París a Tlatelolco, y a Córdoba, y de Praga a Woodstock, y de Chicago a Vietnam, y se convertía en bandera en Bolivia, con la sonrisa del cadáver más deseado por los poderosos, el de Ernesto Guevara, que ya había dado en vida la vuelta al mundo.

Ahora también da la vuelta, aunque sea distinto. Empezó el año mordiendo la costa mediterránea de África, y volteó a Hosni Mubarak, el dictador egipcio que Washington creó, y se fue a Libia, y a Siria, y a Yemen. Y saltó a Grecia, y rebotó en Israel y en Londres, y se hizo fuerte en Madrid, la ciudad de los indignados que gritan que “no pasarán”, como los republicanos que hicieron frente a Francisco Franco y sus nacionales fascistas hace setenta años. Y en Chile, donde los estudiantes que “no se asustan de animal de policía”, como cantaba Violeta Parra hace medio siglo, pelean para enterrar a la  educación elitista que les legó Augusto Pinochet.

Un fantasma vuelve a recorrer el mundo, aunque ahora no se llame ni comunismo ni revolución, sino resistencia en la calle al hambre, al desempleo, a los atropellos, a los privilegios, a la represión, al desconcierto de los ricos asustados, que murmuran palabras como final, como ahora qué, como esta crisis no termina. Aunque sea otro mundo, la pelea de los de abajo le sigue dando la vuelta.

3 comentarios:

  1. Ojalá que esa resistencia mantenga su postura y articule un nuevo espacio más igualitario.
    Ulises querido, tu lucidez y claridad de conceptos me recuerdan a las de nuestro gran amigo Eric Hobsbawm; quien suele sacar al descubierto esta clase de panoramas unas cuantas semanas antes de que otros brillantes analistas siquiera se den cuenta qué está pasando. Es un placer inmenso ser tu alumno

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  2. El límite es la resistencia de los oprimidos.
    Excelente!!
    Abrazo!!

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