lunes, 10 de octubre de 2011

Pena de muerte, al azar


“En la Argentina hay una especie de pena de muerte al azar, porque las condiciones carcelarias hacen que muchos presos mueran durante el encierro, víctimas de actos de violencia o del contagio de enfermedades”, dice el ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni.


El aumento de las penas no tiene efecto disuasorio, todos lo saben, sostiene Zaffaroni. Se lo lleva a cabo para aumentar la confianza en el sistema, o sea para que la gente crea que está más protegida, aunque no lo esté. O sea, es una estafa. La estafa descalabra el Código Penal, que ya no guarda proporciones y que ha perdido su lógica interna.

Los grandes medios de comunicación, entiende Zaffaroni, estimulan y canalizan la pulsión de venganza que hay en la sociedad. Ponen a la víctima-héroe, a quien no se le puede responder por respeto al dolor, a decir frente a las cámaras y a los micrófonos lo que el comunicador no puede decir. En el momento en el que tiene que elaborar el duelo, la  fijan en su trauma. El daño psíquico es muy difícil de reparar, tal vez irreparable.

Hace treinta años, rememora Zaffaroni, en la época de Ronald Reagan y de George Bush, en Estados Unidos se acuñó una política, que se exportó después a Europa y al resto del mundo: menos plata en políticas de bienestar, más plata en el aparato represivo. Más presos. Fue necesario inventar un enemigo, identificar al sector de la sociedad que poblaría las cárceles.

En Estados Unidos, revela Zaffaroni, el índice de presos en relación con el total de la población es el más alto del mundo. Más de la mitad de los presos son afroamericanos y buena parte del resto, latinos. Está claro cuál es el enemigo. En Europa, cada estado consigue sus propios negros: Alemania, a los turcos, Francia, a los argelinos, el Reino Unido, a los árabes. En la Argentina no es necesario importar al enemigo. Joven, morocho, pobre, habitante de un barrio precario. Con eso basta. Y con el azar: desde principios de 2009 hasta marzo de 2011, los presos que murieron en las 35 prisiones federales del país fueron 146.





2 comentarios:

  1. "Toda severidad complementaria se convierte de otra forma en abuso de poder. (...)La certeza de la pena, su carácter inevitable, más que su severidad, constituyen pues su eficacia."

    "La sociedad punitiva", Michel Foucalt

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  2. La ley fue hecha para ser aplicada contra aquellos a quienes su miseria les impide el respetarla.
    Bertolt Brecht

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