lunes, 17 de agosto de 2009

Zitarrosa, en voz muy baja


Hace tres o cuatro años, una estudiante que ahora debe superar por poco los treinta recordaba que había crecido, durante la dictadura militar, “en una de esas casas en las que se escuchaba cantar a Alfredo Zitarrosa a un volumen muy bajo”. Las hijas mayores del autor de estas líneas también tuvieron una niñez poblada de canciones de Zitarrosa a volumen bajo. Se lo quería escuchar adentro, pero era mejor que no se lo escuchara afuera. La música del cantor uruguayo estaba prohibida, pero formaba parte de las vidas de muchos de los que entonces padecían el silencio.

Él, en ese tiempo, arrastraba su dolor en el exilio. La censura, o mejor dicho el terror informativo, hizo posible que se difundiera de boca en boca la falsa noticia de que había muerto, en Madrid. Pero en 1984 volvió a su país, con su arte, con su lucidez, con su integridad personal, con sus convicciones políticas. Ya se había reencontrado con el público argentino en un recital en Obras Sanitarias, y su voz había vuelto a salir a la calle a todo volumen, desde las ventanas de muchas casas. Cuando sí murió en Montevideo, cinco años después, un golpe fuerte sacudió a la cultura popular en el Río de la Plata.

El domingo 16, en Página 12, el periodista Carlos Rodríguez informó acerca del desalojo del Centro Cultural Zitarrosa, en Villa Urquiza. “La topadora del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri - escribió -, no respeta apellidos ni historias”. “Se ve que al actual gobierno de la ciudad no le gusta mucho el apellido Zitarrosa”, le dijo a Rodríguez la hermana del cantor. No, seguramente no debe gustarle. Probablemente le gustaría, en cambio, que la voz de Alfredo Zitarrosa volviera a escucharse a un volumen muy bajo.

6 comentarios:

  1. Ulises: precioso texto! Una alegría poder leerte, sobre todo para contrarrestar el “seño fruncido de Biasatti” y las dos voces, que suenan como una (junto a otras tantas del periodismo independiente), siguiendo la melodía del clarinete. Y todo en el contexto que describís! donde Macri regresa con las topadoras, que tanto recuerdan a las de Cacciatore, al que tampoco le gustaba Zitarrosa.
    Beso grande, Clarisa V.

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  2. me gusta que zitarrosa me cante bajito por los auriculares del mp3 (otras épocas)y me gustan tus textos alfabetos
    Laura

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  3. queremos escucharlo bien fuerte!!!!

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  4. no sabés cómo lloré cuando me enteré de su muerte, fue una tarde de verano, en el mar, yendo a comprar algo a la farmacia.

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  5. Mellizo: gracias por tu comentario. Yo lo velé toda la noche escuchando sus discos. Creo que no te conozco, pero entré a tu blog, y te digo que a mí también me gusta Verón

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  6. Una vergüenza, ¿no?

    Pero bueno, cada uno con sus acciones y reacciones. Un gusto, primera vez por acá.

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